MIGRACIÓN Y TRATA DE PERSONAS
January 10, 2024Abril 2023
por Hna. Pat Murphy, RSM, y Hna. JoAnn Persch, RSM
Durante 12 años, de 2010 a 2022, visitamos cuatro centros de detención de inmigrantes en Illinois y Wisconsin, realizando visitas virtuales durante la pandemia. La información que compartimos provino de hombres y mujeres que conocimos en las cárceles.
A menudo se recluta gente en sus países de origen para que vengan a Estados Unidos con la promesa de un buen trabajo. Como sus familias tienen mucha necesidad del dinero, la gente viene. El traficante paga el boleto de avión y, cuando llegan a Estados Unidos, quedan endeudados con el traficante y se ven obligados a pagar el dinero con intereses. Esto constituye trata de mano de obra.
Estas personas objeto de trata son alojadas en viviendas colectivas con otras personas en la misma situación. Les quitan sus documentos y son esencialmente prisioneros. No se les permite salir solos. Se les retiene el dinero que ganan hasta que hayan pagado lo que deben, que sigue aumentando debido a los intereses. Cuando puedan escapar, es posible que ICE los recoja, especialmente si están en un automóvil o en un altercado con alguien.
Para las mujeres, puede ser trata laboral, trata sexual o ambas. Por ejemplo, si una mujer es llevada a una casa para trabajar como niñera o sirvienta, a menudo se convierte en mano de obra esclavizada. La mujer no tiene tiempo libre y, nuevamente, no tiene acceso a sus documentos, ni libertad. El hombre de la casa puede que abuse sexualmente de ella mientras ella viva en la casa.
A veces el coyote (la persona a quien los inmigrantes pagan mucho dinero para llevarlos a Estados Unidos) toma el dinero de los inmigrantes y luego los entrega a los traficantes. En el caso de las mujeres, a menudo se trata de traficantes sexuales.
Los inmigrantes indocumentados que llegan solos a Estados Unidos son muy vulnerables si no tienen familia o un patrocinador en el país. Como no se les permite trabajar legalmente durante mucho tiempo, están desesperados por encontrar personas que les paguen “por debajo de la mesa”. A menudo encuentran trabajo en fábricas, restaurantes u otras situaciones laborales donde son explotados con salarios bajos. ICE podría recogerlos en estos entornos, o si los inmigrantes se quejan de los bajos salarios, el empleador los amenaza con entregarlos a ICE.
A las mujeres jóvenes, especialmente, se les dice que son hermosas y que pueden conseguir buenos trabajos modelando o trabajando para sus familias; en realidad, se ven arrastrados al tráfico sexual.
Para los menores no acompañados en los Hogares de Niños de Chicago, si la ciudad no puede encontrar un familiar o un amigo dispuesto a acogerlos, los niños son enviados a hogares de acogida. Es triste decir que apesar de que se investiga a las personas que los reciben en sus casas, todavía vemos casos de trata. Acabamos de enterarnos de una situación en la que el “buen hombre” que acogió a un niño en un hogar de acogimiento era un proxeneta (padrote). Recientemente todos escuchamos la historia de el New York Times que reveló que los niños inmigrantes eran puestos en situaciones laborales peligrosas, como en plantas empacadoras de carne.
Lamentablemente, cuando estas operaciones peligrosas quedan al descubierto, normalmente es el hombre, la mujer o el niño inmigrante el que es detenido y deportado. Los perpetradores suelen quedar libres.
La Hermana Pat Murphy ha sido Hermana de la Misericordia durante 75 años y la Hermana JoAnn Persch durante 70 años. En 1990 abrieron la Comunidad de Trabajadores Católicos Su Casa para refugiados centroamericanos que buscaban asilo. Trabajando con el Centro Margery Kovler para Sobrevivientes de la Tortura, las hermanas vivieron en comunidad con hombres, mujeres y niños centroamericanos que sobrevivieron a la tortura, incluida la hermana Dianna Ortiz, una norteamericana.
En 2007, las hermanas JoAnn y Pat oraron afuera del centro de deportación de ICE en Broadview, Illinois. De esa oración surgió una organización que fundaron, la Comunidad Interreligiosa para Inmigrantes Detenidos. Más de 16 años después la oración y la organización continúan.
Las dos hermanas abogaron por la aprobación de una ley en Illinois para poder acceder a los centros de detención; la Ley de Acceso al Ministerio Religioso fue aprobada unánimemente en la Cámara y el Senado de Illinois el 20 de noviembre de 2008 y se convirtió en ley en junio de 2009. Además de establecer dos centros de brindan servicios a largo plazo para inmmigrantes después de su detención, las hermanas establecieron una línea directa para permitir a los miembros del equipo recoger a las personas y llevarlas a la estación de autobuses cuando sean liberadas de detención.
Al momento de escribir este artículo, las hermanas están involucradas con un grupo interreligioso que ayuda a los inmigrantes que llegaron al norte en autobuses desde la frontera. Los laicos asociados a la congregación. están patrocinando a una familia y las hermanas les están ayudando a conseguir otros recursos, incluida asistencia legal.
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